Flujo: causas, síntomas, diagnóstico, tratamiento.

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La actitud de falta de atención a la salud de sus dientes y la falta de voluntad de visitar regularmente al dentista para la prevención y el tratamiento de la caries, en la mayoría de los casos, lleva a una complicación llamada flujo. En la terminología médica moderna, se llama periostitis.

La infección a través de la cavidad cariosa alcanza la pulpa y causa inflamación. La pulpitis es muy dolorosa, pero con la muerte de la pulpa, el dolor disminuye gradualmente. Pero esta etapa en realidad plantea otro peligro, ya que el proceso inflamatorio continúa en forma latente, lo que retrasa durante mucho tiempo el inicio del tratamiento. Como resultado, la infección después de un tiempo cubre la raíz del diente, acumulándose en su base. El foco con bacterias se activa tarde o temprano y se produce inflamación del hueso de la mandíbula.

El flujo agudo puede caracterizarse por formaciones purulentas que salen y se acumulan debajo del periostio.

Flujo - razones

El flujo puede ser provocado por dientes cariados, daño mecánico en la piel o la membrana mucosa de la boca, inflamación de la bolsa gingival ubicada entre la encía y el diente, amigdalitis, furunculosis o microbios transportados al tejido (por ejemplo, con anestesia con una jeringa).

En cualquier caso, el flujo ocurre cuando entra una infección, y si el paciente retrasa el tratamiento, solo agrava su situación, ya que se forma un ambiente favorable en su cavidad oral para la reproducción de bacterias que corroen la pulpa al periostio. Hay otra opción para el desarrollo de la enfermedad, en la que el paciente suspende el tratamiento después de la primera sesión con el dentista. El flujo puede desarrollarse si no elimina el relleno temporal a tiempo, lo que también puede destruir la pulpa.

Síntomas de flujo

El flujo se caracteriza por dolor de muelas agudo, que se intensifica al hacer clic en un diente malo o al masticar. Hay una protuberancia en la encía llena de pus y edema de los tejidos circundantes del diente y la membrana mucosa.

Si el flujo se encuentra en la mandíbula superior, entonces hay hinchazón de los labios y las mejillas, así como hinchazón de la región infraorbitaria y los párpados. Si en la parte inferior, hay hinchazón del mentón, las mejillas y los ganglios linfáticos agrandados en la región submandibular se vuelven dolorosos.

El flujo se manifiesta como un malestar general y fiebre subfebril. Además, los síntomas generales son más pronunciados en adultos que en niños y ancianos.

El flujo agudo se caracteriza por una inflamación severa de las encías, que pasa al pliegue nasolabial y al labio. Después de un tiempo, el pus se extiende entre los músculos, capturando los tejidos blandos del cuello y la cara y amenazando la muerte.

En la forma crónica, el flujo avanza lentamente y se manifiesta por un engrosamiento de la mandíbula debajo del diente afectado. A pesar de toda la lentitud, la inflamación continúa desarrollándose.

Flux - diagnóstico

El diagnóstico de periostitis (flujo) se establece después del examen del paciente, sus diversos datos clínicos, incluidos los radiológicos. Los estudios de laboratorio que determinan la etapa del proceso inflamatorio ayudan a encontrar el diagnóstico correcto.

Flux - tratamiento y prevención

El tratamiento del flujo depende directamente del estado general del paciente y del diente en sí. El foco purulento se elimina abriendo el absceso. Después de esto, el pus fluye, pero para su flujo de salida completo en la sección, se instala una tira de goma de drenaje. Este procedimiento se realiza bajo anestesia. La extracción de un diente (o su raíz) y la incisión de la encía se pueden realizar simultáneamente.

Además, el dentista prescribe, si es necesario, medicamentos antibacterianos y antiinflamatorios, así como un curso de procedimientos de fisioterapia. Estas medidas aliviarán la fiebre, el dolor y la inflamación.

El flujo, de hecho, es una consecuencia de la caries avanzada, por lo que debe visitar al dentista regularmente, cepillarse los dientes al menos 2 veces al día con pasta de dientes y cepillo correctamente seleccionados. Después de comer, es necesario enjuagar la cavidad oral.

También es muy importante llevar a cabo la eliminación del sarro a tiempo, ya que se acumulan bacterias dañinas que contribuyen al desarrollo de caries.

También se recomienda comer grandes cantidades de frutas y verduras, especialmente zanahorias y manzanas. Masticar alimentos sólidos fortalece las encías y los dientes.

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