Investigadores británicos informan que los niños obesos corren el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca, que generalmente no aparece antes de la edad adulta, pero pone su salud en grave riesgo a medida que crecen.
Estos factores de riesgo, que incluyen presión arterial alta, colesterol alto, azúcar en la sangre y engrosamiento del músculo cardíaco, pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca en un 40%, señalan los autores del estudio.
"Realmente necesitamos tomar medidas para abordar la obesidad infantil lo antes posible", dijo la investigadora principal Claire Friedemann de la Universidad de Oxford. "Hemos demostrado que la obesidad no se trata solo de la apariencia, sino que puede tener efectos a largo plazo en la salud de un niño".
El equipo de Friedemann analizó los resultados de más de 60 estudios que midieron el peso y el riesgo de enfermedad cardiovascular en niños de 5 a 15 años. En total, más de 49,000 niños fueron abarcados por estos estudios, que se realizaron en países altamente desarrollados y se publicaron en 2000-2011.
Este tipo de investigación, conocido como metaanálisis, es utilizado por los científicos para identificar tendencias comunes características de varios estudios, con la esperanza de encontrar un argumento más fuerte para una conclusión general.
En su análisis, los investigadores encontraron que, en comparación con los niños con peso normal, los niños obesos tenían niveles significativamente más altos de presión arterial, colesterol y azúcar en la sangre, así como un engrosamiento de los músculos del corazón. Los niños con sobrepeso también tenían presión arterial elevada.
Los investigadores advierten que estos factores pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular en un 30% -40% cuando los niños se convierten en adultos.
Al mismo tiempo, los científicos son alentadores: todos estos indicadores alarmantes pueden mejorarse mediante una dieta saludable y ejercicio. Y para comenzar es mucho más fácil en la infancia.
